Agronegocios
Nuevas ideas y contenidos, dirigidos a liderar el desarrollo de la gestión de agronegocios.
martes, 16 de abril de 2013
viernes, 20 de abril de 2012
miércoles, 10 de agosto de 2011
La educación en manos de un libre mercado
¿Porqué tomamos palco de como nuestro modelo educacional cae a pedazos sin remedios? Mi respuesta es fácil, 30 años en manos de un modelo de libre mercado ineficiente que ha generado brechas, divisiones, inequidades y pocos avances en calidad, aunque debemos reconocer el enorme esfuerzo estatal, en conjunto con el privado, en cuanto a incrementar significativamente la cobertura de educación pre-escolar, básica y media.
El modelo, desde su fundación, tuvo el objetivo de incrementar la cobertura educacional a través de confiar, con pocas regulaciones, en el libre mercado como ente planificador, coordinador y ejecutor de la educación en todos sus niveles. Debemos además recordar que el libre mercado propiamente tal no es el problema, el problema es que este sistema no existe, pues una suma de condiciones resultan imposible de ser aseguradas. A continuación me refiero a los cuatro pilares fundamentales del libre mercado, que deberían actuar como mecanismo garante de eficiencia que permita que la educación sea el vehículo efectivo de desarrollo de sociedades.
1.- Oferta atomizada. Esto significa que dentro del sistema deben existir, en todos los niveles, oferentes como jardines infantiles, colegios, universidades, centros de formación técnica, etc., que entreguen el servicio de educación. Lo anterior permite garantizar un comportamiento clave para el funcionamiento eficiente del sistema, que todos sean "precio-aceptantes", lo que significa acota las oportunidades de lucro excesivo. Hoy día la realidad es clara, pocos oferentes, en manos de aun menos grupos económicos, lo que redunda en lucro excesivo y poco transparente.
2.- Información simétrica. Esto condice con que tanto las instituciones educacionales, como los estudiantes que recibirán su servicio, deben contar con exactamente la misma información. Esta implicaría que, en el ejercicio de libre elección, los estudiantes busquen y escojan las mejores instituciones para estudiar, generando un proceso de selección positiva en donde los mejores cada vez cuentan con más alumnos, y los peores se reformulan o desaparecen. Hoy, lamentablemente, esto no existe. No existe información en cuanto a calidades, sostenedores, actividades, principios, etc. Ejemplos, como que el desempeño del colegio es difuso, o el que Universidades gasten recursos en publicidades engañosas, o que no sean capaces de asegurar o mostrar el existo o fracaso de sus profesionales, generan un ambiente enrarecido y opaco, en donde la información es asimétrica. Lo anterior implica entonces que los mejores compitan deslealmente con los peores, y que estos últimos no se vean obligados a mejorar o desaparecer, generando un incentivo perverso tanto para los mejores a dejar de esforzarse, como para los peores para nunca reformularse.
3.- Ausencia de barreras de entrada. Las barreras de entrada dicen relación a las condiciones físicas o legales, necesarias para comenzar a prestar servicios de educación, como instalaciones, permisos legales, prestigio e imagen, etc. Esto garantiza que precisamente la existencias de un gran número de oferentes que compitan, y la ausencia de grupos económicos que busquen el lucro por sobre la garantía de alta calidad. Lo anterior, es otra limitante evidente de nuestro modelo de educación. Pues no facilita el ingreso de minorías, incrementa la selección de los mejores alumnos, provoca concentración geográfica y limita el tránsito hacia una mayor calidad.
4.- Productos y/o servicios no diferenciados. Esto significa que el servicio educacional no debe ser diferente en características, contenidos y calidades entre los oferentes. Esto permite que los precios se mantengan acotados a un intervalo, y que no existan incentivos para discriminar clientes, o en otras palabras, no existan incentivos para seleccionar a un determinado "perfil" de alumno, condición que a todas luces el sistema actual tampoco garantiza.
Como pueden ver, desde una perspectiva económica estrictamente teórica, el sistema fundado por economistas liberales en la década de los 80s no solo está obsoleto, sino que nunca sirvió para avanzar como sociedad, solo permitió liberar de responsabilidades claves a una dictadura preocupada de aferrarse a un futuro garante de sus propios intereses, y a una concertación tibia y con pocas fuerzas para levantar la voz y refundar las condiciones democrático-educacionales destruidas en dictadura.
domingo, 7 de agosto de 2011
Los agronegocios en el año 2020
En este artículo yo y mi amigo Jaime Lavin discutimos sobre el escenario futuro de los agronegocios en el contexto global. El artículo se encuentra publicado en la revista mundoagro agosto 2011.
Las perspectivas de futuro hacen pensar en escenarios económicos altamente
probables, todos asociados a un fenómeno de globalización mucho más
profundizado. De tal forma, estos escenarios futuros marcarán la música de
fondo para el desarrollo de negocios agrícolas del 2020, los cuales estarán
caracterizados, entre otros, por los siguientes factores claves:
Disminución de los márgenes de utilidad
Hoy ya se aprecia un fenómeno que sin lugar a dudas estará más avanzado y
profundizado en el sector agropecuario, la estrechez de márgenes de ganancia,
explicado por factores inflacionarios, como el incremento de insumos claves
para la producción tales como el petróleo y los fertilizantes, así como también
el encarecimiento de la mano de obra; y por factores competitivos, explicado
principalmente por un aumento en la competencia con otros países que potencian
su oferta de alimentos exportables como Perú, Sudáfrica, Argentina, Nueva
Zelandia y Australia.
La creciente demanda por alimentos básicos, energía, metales y materias primas,
junto con la limitada y casi invariante oferta de estos productos en el corto
plazo, hace prever que para el 2020 las tendencias inflacionarias de estos
productos marquen una característica distintiva de los negocios agrícolas. De
esta forma, empresas que hoy importan granos para alimentar a sus animales,
fertilizantes para sus cultivos, y energía para sus maquinarias,
sufrirán aumentos constantes e importantes en sus estructuras de costos,
causando que éstas pierdan competitividad, estrechando sus márgenes de
ganancia, en relación a otras empresas ubicadas en otros países.
En el mismo sentido, el incremento del costo de la mano de obra explicado
por la creciente escasez de ésta en zonas productivas, el incremento en los
salarios y el costo de vida, contribuyen al aumento global de los costos. Así,
una empresa que requiera de mano de obra para sus labores de cosecha, empaque y
otras operaciones, verán incrementado sus costos directos de producción y, en
consecuencia, verá disminuido sus márgenes de ganancia.
El nivel de competencia de países con similar oferta de productos agrícolas,
tales como Perú, Argentina, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelandia, también
promete contribuir al fenómeno de disminución de márgenes de ganancia. Una
tendencia clave, útil para graficar el fenómeno, es la creciente inversión de
empresas agrícolas chilenas en Perú, las que declaran que dicho país, luego de
superar problemas de gobernabilidad, ofrece mejores incentivos a la inversión
extranjera, mano de obra menos costosa y mejores protecciones contra la
competencia internacional, factores que han permitido que parte de la
producción de las empresas ahora se desarrolle en Perú. Esto, sin dudas,
acarreará mayor oferta de productos, más competencia y menores precios,
causando en consecuencia, una inevitable disminución en los márgenes de
ganancia.
Altos niveles de volatilidad económica.
Otro fenómeno que marcará una característica importante para el mundo de
los negocios es el aumento en las volatilidades de variables importante para
los negocios, tales como materias primas y monedas extranjeras.
Una explicación factible es el
desarrollo de la globalización, que para el 2020 estará completamente
profundizada, la que implicará que las monedas incrementen su volatilidad.
Desafortunadamente, la dinámica que explica el comportamiento de este fenómeno
incluye una serie de factores que hoy son difíciles de predecir, como por
ejemplo las tasas de interés, las tasas de crecimiento de las economías más
desarrolladas y las subdesarrolladas, y los movimientos de capitales entre
mercados y países. Como resultado de las fuerzas anteriores, es esperable
observar incrementos en la volatilidad de los ingresos y costos de aquellas
empresas con exposiciones cambiarias. Adicional a lo anterior, como resultado
de la práctica actual de utilizar productos agrícolas para generar
biocombustibles, y la variabilidad propia de los mercados de commodities, haría
prever aun más volatilidad en los costos e ingresos en aquellas empresas con
exposición a estas materias primas. Finalmente,
el efecto conjunto de los factores anteriores, acarreará consecuencias
importantes en la capacidad de generación de flujos de caja de las empresas
agrícolas y por lo tanto, en su viabilidad de crear riqueza.
viernes, 17 de junio de 2011
Falta de ética, falta de desarrollo financiero y falta de regulación
El caso de LaPolar, quienes muchos llaman "llegar y estafar", realmente estremeció a la opinión pública chilena e internacional. Más allá de las cifras vergonzosas, los detalles técnicos, legales y financieros, y las menudencias poco estéticas del caso, observar esta noticia desde una perspectiva ética, del desarrollo financiero y regulación gubernamental, puede resultar un ejercicio útil para entender como nuestra sociedad está muy lejana de convertirse en una comunidad desarrollada, basada en la confianza y el respeto.
La perspectiva ética deja entrever las escuálidas reservas éticas de los ejecutivos de alto nivel, directores, consultores, asesores y auditores que comandan muchas de las empresas más representativas de nuestra realidad nacional. Estás personas, que pocas clases de ética tuvieron durante sus procesos formativos en las mejores escuelas de negocio nacionales y extranjeras, muestran la real cara de su gestión, basada en la eficacia y eficiencia, con una mirada despreciativa hacia valores éticos relevantes. Si observamos los valores y motivaciones de las escuelas de negocio, muchos de ellos vinculados a índices internacionales de desempeño, resulta evidente la alta valoración hacia técnicas cuantitativas, papers científicos, proyectos de investigación, innovaciones, patentamientos y emprendimientos, en contraposición a la subvaloración de temas cualitativos, como la ética, marcando toda una generación de ejecutivos quienes buscan día a día la medición y el logro de metas, cueste lo que cueste.
La otra arista es el nivel de desarrollo financiero, el cual, luego de este vergonzoso hecho, sitúa a Chile al nivel de Zimbabwe (sin querer ofender por supuesto a ese lejano país). Chile, un país emergente, uno de los líderes financieros del continente, cuyo gran activo es la "solidez institucional", ha quedado de rodillas. Este sistema financiero responsable de administrar y tranzar las acciones de LaPolar día a día en el mercado, mientras ésta estafaba abiertamente a sus consumidores, quienes acumulan demandas desde el 2008, no fue capaz (creyendo en la honradez del sistema) de darse cuenta que, una firma del retail cuyo nicho objetivo son los estratos más bajos de la sociedad, aumentaba sus créditos colocados en el mercado, sin aumentar sus provisiones pues gozaban de una excelente salud financiera gracias a su "sistema" de cobranza. Claramente a este mercado le queda mucho por crecer.
Finalmente, por supuesto que el gobierno algo tiene que ver. La pasividad de los últimos 5 gobiernos ha sido francamente vergonzosa, pues da la impresión de confundir la fiscalización seria y justa, por ideales comunistas, cuya sombra nunca le ha permitido ser firme y riguroso con un sector financiero que, francamente, deja demasiado que desear. La altísima concentración bancaria, la creciente ola de reclamos de consumidores, las utilidades absolutamente fuera de los rangos normales, dentro de muchas otras peculiaridades, no hacen nada más que incrementar el polvorín social en donde estamos hoy sentados. Lo peor de todo es que, dentro de las cosas más curiosas de este caso, el gobierno sale al mercado tibiamente a sugerir que los impactos serán acotados y que esto es solo un choque de autos... Espero que no se refieran a decir que este es un hecho aislado, y que el sistema financiero y las empresas continuarán robando, pues las cárceles están diseñadas para los asesinos y delincuentes, no para este tipo de ladrones.
martes, 7 de junio de 2011
El funeral de la fruta...
Ayer, productores de fruta han protestado firmemente por el bajo valor de la divisa dólar provocado por una dinámica macroeconómica de apreciación del peso chileno. Las explicaciones son múltiples, pero el alto precio del cobre, junto con los magros resultados económicos de Estados Unidos, encabezan la lista de las principales causas, pronosticando que dicho fenómeno se mantenga.
Además, el tibio reaccionar de las autoridades económicas del gobierno recortando el gasto público, y el escaso y anticuado set de herramientas disponibles para manejar la situación, solo han acabado con la paciencia de un sector de la economía muchas veces relegado, pero responsable de entregar una gran cantidad de empleo, además de movilizar la actividad de un cluster de empresas mucho más variado que la mera producción de fruta.
Pese a esto, la decisión política de intervenir el dólar no es fácil. Las presiones inflacionarias de los combustibles, principalmente, determinan que una alza del precio del dólar aumentaría el costo de los bienes de la economía, deteriorando aún más el poder adquisitivo de al población, en favor de los exportadores.
Lo anterior descarta que la intervención sea la vía correcta de solución, pues solo da paso a un proceso inflacionario no acotado, cuyos beneficios para los exportadores no se mantendrían en el mediano plazo. Debido a esto, hoy la industria debe pensar en nuevas directrices que le permitan mejorar su competitividad actual considerando el bajo precio del dólar.
En orden de prioridad e importancia creo que, al menos, se deben emprender cuatro tareas dirigidas al problema.
Primero, como este es un problema de "margen de ganancia", el primer programa debe apuntar a mejorar el precio del producto a través de su calidad, pues la fruta chilena compite en mercados extranjeros por oportunidad y no por calidad. Esto quiere decir que, gracias a nuestras particularidades climáticas, la fruta chilena llega antes a los mercados, aprovechando la contra-estación o período de escasez. Sin embargo, cuando comienza a llegar la fruta desde Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica, la perspectiva cambia, pues las diferencias en calidades son importantes.
En el mismo sentido, en relación a los costos, también hay bastante trecho que avanzar, en especial en cuanto a la productividad de la mano de obra. Hoy, nuestros competidores aumentan la productividad de su mano de obra, aumentando también la remuneración de ésta. Chile, en cambio, sólo ha incrementado el precio de la mano de obra, pero no ha innovado en su productividad, con mejor capacitación y mayor mecanización de sus campos.
La tercera tarea dice relación con la implementación de herramientas de gestión del riesgo de tipo de cambio. Hoy, existen instrumentos financieros que garantizan un nivel invariante del tipo de cambio en plazos menores a un año (una temporada frutícola), pero su alto costo, altas barreras de conocimiento financiero del capital humano relacionado al sector, y la escasez de garantías, han dificultado el acceso de la agricultura a esta herramienta. En este caso, un subsidio de acceso, mejor preparación de profesionales idóneos, y el acceso a garantías estatales podría trabajar en el sentido adecuado.
Finalmente, la cuarta tarea está relacionada con el eficiencia y transparencia de la industria. Para ser justos, la existencia de agentes intermediarios, como las exportadoras, han cooperado enormemente en el desarrollo exportador del sector, pero también han generado vicios importantes dentro de la industria. El principal es que los objetivos de ambos actores, productores y exportadores, no están alineados. El objetivo de las exportadores es el volumen, pues cobran por servicios de embalaje, almacenaje y transporte entregado. Por otro lado, el objetivo del productor es el mínimo costo, pues el precio final no depende de su gestión comercial. Esto significa que, si los productores estarán ajustando sus costos al máximo (en detrimento muchas veces de la calidad), y si las exportadoras maximizan el volumen de fruta tranzado, entonces... ¿a quien le interesa la calidad?.
Todas estas reflexiones no pretenden estar a favor o en contra de intervenir o no el tipo de cambio, sino que proveen de nuevas ideas que den alguna solución más permanente al desarrollo del sector exportador, cuyo éxito está fuertemente indexado al precio del dólar.
martes, 17 de mayo de 2011
Proyecto de ley de estandarización de semillas certificadas. Evitando el efecto "Free Rider"
Múltiples noticias han conmocionado las redes sociales y la participación ciudadana. HidroAysen, el caso KODAMA, el proyecto postnatal, entre otras, han ensombrecido la aprobación de un proyecto relevante para el mundo agrícola nacional. El proyecto de ley de Protección de Obtenciones Vegetales, enmarcada en varios convenios internacionales y acuerdos de libre comercio, busca proteger, a través del patentamiento, innovadores y científicos que creen nuevos cultivares a través del cruzamiento genético de líneas con distintas características.
El espíritu de la ley busca proteger los derechos económicos por un período definido de tiempo, incentivando a empresas, instituciones y científicos, a emprender en el desarrollo de nuevos programas genéticos que obtengan nuevos cultivares con nuevas características como mayores rendimientos, resistencias a sequías, plagas y otras restricciones. Esta protección consiste en otorgar el derecho económico sobre las semillas o plantas desarrolladas al dueño de la patente, el cual gozaría de un beneficio económico por la utilización de terceros, los productores.
Lo anterior sin dudas incentiva una economía de innovación al disminuir el efecto "Free Rider" de agentes que hoy reproducen indiscriminadamente los cultivares desarrollados. Además, este proyecto beneficia a la cadena productiva, pues al incorporar nuevas tecnologías e insumos más eficientes, mejora los rendimientos y calidades de sus productos. Sin embargo esta ley, al carecer de un paquete de instrumentos de mitigación de impactos económicos, perjudica a un sector importante de la agricultura, hoy postrado y con poco acceso a la economía moderna; este sector es conocido como la agricultura familiar campesina.
Precisamente esta ley, si bien beneficia la obtención de mejores rendimientos, calidades estandarizadas, la incorporación de nuevos terrenos hoy limitados por sequías o heladas, y la diversificación de alimentos, también encarece los costos de producción, en algunos casos hasta en un 50 o 60%.
Por ejemplo, si consideramos que hoy, sin esta ley en operación, muchas explotaciones agrícolas de pequeño tamaño, tradicionales y aisladas del mercado convencional, no cuentan con el capital de trabajo necesario para acceder a paquetes tecnológicos, mucho menos lo tendrán ahora que el costo de las semillas se espera encarezca en un 20 o 30%.
De esta forma, esta política es positiva pero incompleta. Faltan, a mi juicio, herramientas de apoyo que complemente esta ley. En Chile poco sea discutido sobre el desarrollo de financiamiento rural, popular en países como India, Estados Unidos, y varios países asiáticos. Este tipo de sistemas disminuye el costo de capital y mejora el acceso al capital, mejorando entonces las posibilidades de adquirir en un futuro la semilla hoy protegida con patente.
Otra opción podría ser la ampliación y mejora de los paquetes tecnológicos y las líneas de crédito de Indap, ampliando su cobertura y mejorando la transferencia tecnológica, vinculando a las empresas e instituciones de desarrollo con la pequeña agricultura.
En resumen, la ley es positiva pues incentiva la economía de la innovación, pero también encarece las estructuras de costos de las explotaciones agrícolas. Hay algunas de ellas que podrán seguir adquiriendo semillas que, a través de un mejor rendimiento y calidad, terminarán obteniendo una adecuada rentabilidad económicamente, pero hay un mundo rural denominado agricultura familiar campesina, que hoy no tiene el acceso, y menos lo tendrá mañana cuando la semilla encarezca su costo producto de las patentes. De esta forma, este proyecto de ley, al carecer del complemento de herramientas que mitiguen el impacto, sólo terminará acrecentando la brecha de desigualdad presente en la sociedad chilena y en el campo chileno.
martes, 10 de mayo de 2011
HIDROAYSEN: Crecimiento económico, consuelo de tontos
No es para nadie ajena la noticia de la dependencia de Chile hacia fuentes energéticas extranjeras como el petroleo y el gas. Tampoco es novedoso el discurso de la diversificación de la matriz energética, como tampoco lo es la alta dependencia del crecimiento económico y la disponibilidad energético como factor productivo. De estas lineas de ideas nacen comentarios mas o menos técnicos e informados, que concluyen la necesidad de impulsar proyectos y megaproyectos energéticos, como termoeléctricas e hidroeléctricas.
En términos ambientales, y estrictamente orientados a los recursos naturales como bosques, suelo, aire y agua, sin lugar a dudas el impacto de una hidroeléctrica son menores que la termoelectricas, el problema que, para que la generación energética tenga eficiencia económica la escala de estos proyectos los transforma en mega emplazamientos, que vulneran (por encontrar una palabra suave) el ambiente natural, social, económico y cultural de la localidad elegida.
En efecto, solo considerando datos del emplazamiento de la represa se estiman unos 2.300 kilómetros de tendidos eléctricos, compuesto por 400 torres de 70 metros, que atraviesa unas 8 regiones atravesando 6 parques naturales, 11 reservas nacionales, 26 sitios de conservación, 16 humedales y 32 áreas protegidas, sumando unas 23.000 hectáreas de deforestación.
Pero el daño resulta ser muchísimo más grande que el natural y paisaje. Note el impacto cultural y en la vida cotidiana de los pobladores de la zona que tendrán, por cerca de 12 años, que soportar maquinarias y masas de trabajadores extranjeros a la zona, que impactarán, sin ninguna duda, la apacible vida familiar de costumbre.
El impacto también es económico. Objetivamente el proyecto permite obtener energía mas barata, pero más costosa en el largo plazo. Esto se explica por que la inversión en este tipo de proyectos no hacen más que desincentivar la investigación y desarrollo de otros proyectos alternativos, acallando la discusión ciudadana y durmiendo, una vez más, el tema de la energía dentro de la agenda política de contingencia. Todo esto demuestra la miopía predominante en la casta empresarial de nuestro país, que sigue y persiste en un modelo de desarrollo arcaico e ineficiente, basado en la producción y comercialización de commodoties de bajo valor agregado, los que solo retornan ganancias frente a una estrategia de minimización de costos, esquema favorecido por energía "barata". Que distinto sería encontrar empresarios con visión, capaces de apostar por productos de calidad y procesos limpios y sustentables, quizás así, la presión que históricamente generan sobre la clase política chilena (que se encuentra de rodillas frente al empresario) resultaría en políticas innovadoras en materia energética.
El impacto sobre el empleo regional también es económico. Efectivamente, se calcula que el empleo durante la fase de construcción de 12 años incrementará dentro de la zona, pero será en empleo de la base de la pirámide (obreros, albañiles, transportistas, etc.) serán los ofertados dentro de la zona, pues sin ninguna duda que los arquitectos, ingenieros y constructores civiles viajarán desde Santiago y el extranjero hacia la zona.
SOÑANDO EN UN FUTURO INTELIGENTE Y SUSTENTABLE
Pero oponerse por oponerse a cualquier proyecto de generación de energía convencional tampoco es la solución, pues el desarrollo y crecimiento económico esperado y deseado necesita de la energía como factor productivo. El tema es como impulsar este desarrollo. De esta forma HidroAysen no es del todo malo, sino que el problema es que este proyecto no sea antecedido y acompañado por un paquete de políticas ambientales y energéticas. ¿Cuando será el día de que los ciudadanos podamos invertir en un panel solar y vender el remanente de la energía generada al sistema interconectado? ¿Cuando tendremos programas educativos relacionados con el medioambiente y el uso de la energía que le enseñen a nuestros niños a tener conciencia ambiental?¿Cuando veremos subsidios para mejorar la eficiencia térmica de las casas del extremo sur, mejorar la eficiencia energéticas de casas en cuanto a la iluminación, y para la adquisición de equipos electrónicos eficientes?¿Cuando veremos beneficios tributarios para empresas que invierten en energías alternativas?.
Espero que pronto mis preguntas se hagan realidad, por el momento son solo un sueño, por eso, al parecer la mejor alternativa es salir a las calles a reclamar por el sentido común, y por el patrimonio histórico y natural nuestro, y el de nuestras futuras generaciones.
lunes, 25 de abril de 2011
Navegando por las turbulencias del dólar
El sector de agronegocios asociado a la exportación vive hoy una de sus períodos más dificiles, la caída del precio del dólar. Más aún, lejos de ser este un episodio aislado en el tiempo, la des-aceleración en el crecimiento de las economías desarrolladas, el incremento de precios de commodities, y las espectativas de inflación locales, hacen que este fenómeno lejos de disiparce, permanezca como música de fondo para empresas que interactúan en el mercado global.
De acuerdo a esto, este artículo discute algunas estrategias empresariales que, de acuerdo al tamaño y la capacidad gerencial de la empresa, pueden ser implementadas para acotar las pérdidas causadas por los vaivenes del precio del dólar.
Disminuya su dependencia con el mercado extranjero: Para firmas de pequeño tamaño, oferentes de algún producto exclusivo y exportable, a veces el costo de enfrentar un riesgo de tipo de cambio supera los beneficios de exportar. En este caso, resulta útil pensar en nuevas estrategias, como buscar y capturar clientes en el mercado nacional. Precisamente, el aumento en el poder adquisitivo, el aumento en el turismo, y el crecimiento económico en general, hacen que la antigua idea de un Chile con una demanda interna pequeña y deprimida esté en retirada. Hoy, empresas de pequeño tamaño pueden trasladar sus esfuerzos en colocar sus productos en mercados internacionales, por crear o abordar nuevos nichos locales. De esta forma disminuirá considerablemente su preocupación por un tipo de cambio deprimido y volátil.
Agrege valor y traspase su riesgo cambiario: Sin lugar a dudas agregar valor resulta ser sinónimo de crear poder de mercado. Cuando una empresa a incorporado el suficiente valor en sus productos enfrenta una elasticidad demanda - precio más inelástica (lo que significa en la práctica que un cliente reacciona menos a una variación del precio), lo que determina que esta puede manejar, con prudencia por cierto, sus precios en el mercado de destino sin sufrir grandes caídas en el consumo de sus productos. Si esta capacidad competitiva es alcanzada, entonces la empresa puede traspasar parte de sus pérdidas por un cambio no anticipado del precio del dólar a sus clientes, incorporando esa pérdida en el precio final de venta. Esta estrategia, denominada pass-throught por la literatura financiera asociada, es altamente efectiva cuando se cuneta con poder de mercado, sin embargo, cambios reiterados y frecuentes en el precio pueden terminar dilapidando la posición en el mercado de destino.
Diversifique sus mercados y liquidaciones finales: Muchas empresas exportadoras exportan a un solo mercado y solicitan sus liquidaciones en dólares, mientras que un numero no despreciable exportan a varios mercados pero en todos ellos también solicitan la liquidación en dólares, principalmente buscando facilidades en la contabilización de los resultados. Lo anterior expone a la firma a pérdidas generadas por repentinas y sostenidas bajas del precio del dólar. Una estrategia factible es diversificar los mercados y las liquidaciones finales. A modo de ejemplo, una firma que exporte a Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, y que además cierra sus negocios intercambiando las respectivas monedas locales (Dólar, euro y yen respectivamente), tendrá una menor exposición frente a un cambio en el precio del dólar, pues las monedas tienden a moverse en ocaciones en sentidos inverso, donde las ganancias por un aumento del precio del yen puedan terminar eliminando las pérdidas causadas por el dólar. Una firma con una estructura de exportación similar, pero que solicite todas sus liquidaciones en dólares, no tendrá otra opción que asumir la pérdida generada por la disminución del precio de éste.
Diversifique sus mercados y liquidaciones finales: Muchas empresas exportadoras exportan a un solo mercado y solicitan sus liquidaciones en dólares, mientras que un numero no despreciable exportan a varios mercados pero en todos ellos también solicitan la liquidación en dólares, principalmente buscando facilidades en la contabilización de los resultados. Lo anterior expone a la firma a pérdidas generadas por repentinas y sostenidas bajas del precio del dólar. Una estrategia factible es diversificar los mercados y las liquidaciones finales. A modo de ejemplo, una firma que exporte a Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, y que además cierra sus negocios intercambiando las respectivas monedas locales (Dólar, euro y yen respectivamente), tendrá una menor exposición frente a un cambio en el precio del dólar, pues las monedas tienden a moverse en ocaciones en sentidos inverso, donde las ganancias por un aumento del precio del yen puedan terminar eliminando las pérdidas causadas por el dólar. Una firma con una estructura de exportación similar, pero que solicite todas sus liquidaciones en dólares, no tendrá otra opción que asumir la pérdida generada por la disminución del precio de éste.
Pague parte de sus costos en dólares: Hoy es más recurrente que algunos insumos, como fertilizantes y agroquímicos, puedan ser negociados en dólares, más aún si el volumen comprado es importante. Para esto, asociarse entre productores, o planificar una menor frecuencia de compra, aumenta el volumen tranzado, lo que aumenta el poder de negociación frente a los distribuidores, permitiendo una mejor negociación del precio y de las condiciones de entrega. Otra estrategia hoy día más recurrente es pedir préstamos en dólares en bancos locales. De esta forma, cada vez que la firma pague su cuota mensual del crédito, lo hará en dólares, permitiendo incorporar dentro de su estructura de costos una proporción de costos en dólares. Esta estrategia es efectiva frente a caídas del tipo de cambio pues, parte de los dólares que la firma recibe por sus ventas, son destinados a pagar costos nominados en dólares, sin necesidad de traspasarlos a pesos chilenos asumiendo la pérdida.
Utilice productos financieros derivados: Hoy ya es común encontrar una oferta se forwards y swaps en la banca formal chilena. Estos instrumentos permiten básicamente generar un flujo de ganancias cuando cae el precio del dólar, lo que inmediatamente cubre las pérdidas ocasionadas. De esta forma, los "derivados de moneda" actúan como verdaderos seguros contra variaciones del tipo de cambio. No obstante esto, los costos de adquirir estos instrumentos aun son elevados, permitiendo que sólo empresas de gran tamaño tengan acceso a ellos. Dada esta limitante, hoy CORFO trabaja en una herramienta de garantía fiscal que facilite el acceso de empresas de menor tamaño a este nuevo mercado financiero.
De acuerdo a estas estrategias la empresa puede controlar y acotar el riesgo financiero generado por cambios no esperado en el precio del dólar. La decisión de implementar un o más de estas estrategias por supuesto que nacerá del propio análisis interno de costos y beneficios. Sin perjuicio de aquel análisis, siempre es recomendable identificar la totalidad de riesgos presentes en la actividad empresarial y escoger cuales de ellas asumirá la empresa para generar sus beneficios. De acuerdo a esto la pregunta central es ¿el agronegocio deberá dejar libre el riesgo de moneda, o más bien es conveniente minimizarlo para centrar la atención en satisfacer al cliente?.
Utilice productos financieros derivados: Hoy ya es común encontrar una oferta se forwards y swaps en la banca formal chilena. Estos instrumentos permiten básicamente generar un flujo de ganancias cuando cae el precio del dólar, lo que inmediatamente cubre las pérdidas ocasionadas. De esta forma, los "derivados de moneda" actúan como verdaderos seguros contra variaciones del tipo de cambio. No obstante esto, los costos de adquirir estos instrumentos aun son elevados, permitiendo que sólo empresas de gran tamaño tengan acceso a ellos. Dada esta limitante, hoy CORFO trabaja en una herramienta de garantía fiscal que facilite el acceso de empresas de menor tamaño a este nuevo mercado financiero.
De acuerdo a estas estrategias la empresa puede controlar y acotar el riesgo financiero generado por cambios no esperado en el precio del dólar. La decisión de implementar un o más de estas estrategias por supuesto que nacerá del propio análisis interno de costos y beneficios. Sin perjuicio de aquel análisis, siempre es recomendable identificar la totalidad de riesgos presentes en la actividad empresarial y escoger cuales de ellas asumirá la empresa para generar sus beneficios. De acuerdo a esto la pregunta central es ¿el agronegocio deberá dejar libre el riesgo de moneda, o más bien es conveniente minimizarlo para centrar la atención en satisfacer al cliente?.
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