lunes, 25 de abril de 2011

Navegando por las turbulencias del dólar


El sector de agronegocios asociado a la exportación vive hoy una de sus períodos más dificiles, la caída del precio del dólar. Más aún, lejos de ser este un episodio aislado en el tiempo, la des-aceleración en el crecimiento de las economías desarrolladas, el incremento de precios de commodities, y las espectativas de inflación locales, hacen que este fenómeno lejos de disiparce, permanezca como música de fondo para empresas que interactúan en el mercado global.

De acuerdo a esto, este artículo discute algunas estrategias empresariales que, de acuerdo al tamaño y la capacidad gerencial de la empresa, pueden ser implementadas para acotar las pérdidas causadas por los vaivenes del precio del dólar.

Disminuya su dependencia con el mercado extranjero: Para firmas de pequeño tamaño, oferentes de algún producto exclusivo y exportable, a veces el costo de enfrentar un riesgo de tipo de cambio supera los beneficios de exportar. En este caso, resulta útil pensar en nuevas estrategias, como buscar y capturar clientes en el mercado nacional. Precisamente, el aumento en el poder adquisitivo, el aumento en el turismo, y el crecimiento económico en general, hacen que la antigua idea de un Chile con una demanda interna pequeña y deprimida esté en retirada. Hoy, empresas de pequeño tamaño pueden trasladar sus esfuerzos en colocar sus productos en mercados internacionales, por crear o abordar nuevos nichos locales. De esta forma disminuirá considerablemente su preocupación por un tipo de cambio deprimido y volátil.

Agrege valor y traspase su riesgo cambiario: Sin lugar a dudas agregar valor resulta ser sinónimo de crear poder de mercado. Cuando una empresa a incorporado el suficiente valor en sus productos enfrenta una elasticidad demanda - precio más inelástica (lo que significa en la práctica que un cliente reacciona menos a una variación del precio), lo que determina que esta puede manejar, con prudencia por cierto, sus precios en el mercado de destino sin sufrir grandes caídas en el consumo de sus productos. Si esta capacidad competitiva es alcanzada, entonces la empresa puede traspasar parte de sus pérdidas por un cambio no anticipado del precio del dólar a sus clientes, incorporando esa pérdida en el precio final de venta. Esta estrategia, denominada pass-throught por la literatura financiera asociada, es altamente efectiva cuando se cuneta con poder de mercado, sin embargo, cambios reiterados y frecuentes en el precio pueden terminar dilapidando la posición en el mercado de destino.


Diversifique sus mercados y liquidaciones finales: Muchas empresas exportadoras exportan a un solo mercado y solicitan sus liquidaciones en dólares, mientras que un numero no despreciable exportan a varios mercados pero en todos ellos también solicitan la liquidación en dólares, principalmente buscando facilidades en la contabilización de los resultados. Lo anterior expone a la firma a pérdidas generadas por repentinas y sostenidas bajas del precio del dólar. Una estrategia factible es diversificar los mercados y las liquidaciones finales. A modo de ejemplo, una firma que exporte a Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, y que además cierra sus negocios intercambiando las respectivas monedas locales (Dólar, euro y yen respectivamente), tendrá una menor exposición frente a un cambio en el precio del dólar, pues las monedas tienden a moverse en ocaciones en sentidos inverso, donde las ganancias por un aumento del precio del yen puedan terminar eliminando las pérdidas causadas por el dólar. Una firma con una estructura de exportación similar, pero que solicite todas sus liquidaciones en dólares, no tendrá otra opción que asumir la pérdida generada por la disminución del precio de éste.

Pague parte de sus costos en dólares: Hoy es más recurrente que algunos insumos, como fertilizantes y agroquímicos, puedan ser negociados en dólares, más aún si el volumen comprado es importante. Para esto,  asociarse entre productores, o planificar una menor frecuencia de compra, aumenta el volumen tranzado, lo que aumenta el poder de negociación frente a los distribuidores, permitiendo una mejor negociación del precio y de las condiciones de entrega. Otra estrategia hoy día más recurrente es pedir préstamos en dólares en bancos locales. De esta forma, cada vez que la firma pague su cuota mensual del crédito, lo hará en dólares, permitiendo incorporar dentro de su estructura de costos una proporción de costos en dólares. Esta estrategia es efectiva frente a caídas del tipo de cambio pues, parte de los dólares que la firma recibe por sus ventas, son destinados a pagar costos nominados en dólares, sin necesidad de traspasarlos a pesos chilenos asumiendo la pérdida.

Utilice productos financieros derivados: Hoy ya es común encontrar una oferta se forwards y swaps en la banca formal chilena. Estos instrumentos permiten básicamente generar un flujo de ganancias cuando cae el precio del dólar, lo que inmediatamente cubre las pérdidas ocasionadas. De esta forma, los "derivados de moneda" actúan como verdaderos seguros contra variaciones del tipo de cambio. No obstante esto, los costos de adquirir estos instrumentos aun son elevados, permitiendo que sólo empresas de gran tamaño tengan acceso a ellos. Dada esta limitante, hoy CORFO trabaja en una herramienta de garantía fiscal que facilite el acceso de empresas de menor tamaño a este nuevo mercado financiero.

De acuerdo a estas estrategias la empresa puede controlar y acotar el riesgo financiero generado por cambios no esperado en el precio del dólar. La decisión de implementar un o más de estas estrategias por supuesto que nacerá del propio análisis interno de costos y beneficios. Sin perjuicio de aquel análisis, siempre es recomendable identificar la totalidad de riesgos presentes en la actividad empresarial y escoger cuales de ellas   asumirá la empresa para generar sus beneficios. De acuerdo a esto la pregunta central es ¿el agronegocio deberá dejar libre el riesgo de moneda, o más bien es conveniente minimizarlo para centrar la atención en satisfacer al cliente?.

lunes, 18 de abril de 2011

La cosecha del dinero**

** Este artículo fue publicado en la Revista MundoAgro de abril 2011 y fue escrito junto al profesor Ph.D. (c) Jaime Lavin de la escuela de ejecutivos de la Universidad Adolfo Ibañez Chile.


En el mundo agroalimentario la relación entre el sector productivo y el sector financiero es fundamental para alcanzar las metas trazadas. La necesidad de contar con financiamiento de corto y largo plazo para invertir en sus oportunidades de crecimiento, la necesidad de cubrir riesgos de mercado, tales como la caída en el precio de divisas o bien, una excesiva volatilidad en el precio de commodities, o conseguir capital para enfrentar eventos de recesión económica, son algunas de los argumentos que explican las externalidades positivas que se derivan de una activa interrelación entre el agronegocio y la industria financiera.

Para efectuar una mirada crítica a esta relación y su contexto histórico, resulta útil entender la relación entre ambos sectores. El sector agronegocios se relaciona con la industria financiera, principalmente, por tres grupos de activos. El más importante de ellos en cuanto a su tamaño, es el mercado de capitalización bursátil. El tamaño de este mercado alcanzó, para el año 2010, dentro del sector agronegocios, los 6 billones de pesos en capitalización vinculada al sector, cerca del 58% del total.
Figura 1. Principales activos financieros del mercado chileno, año 2008.

Los agronegocios en el mercado de capitalización bursátil

A pesar de la importante presencia del sector bursátil dentro de los agronegocios, el sector presenta una baja participación histórica en el total del mercado bursátil. La capitalización bursátil del sector de agronegocios nunca ha superado el 7% con respecto al total del mercado, más bien, durante los últimos 3 años ha disminuido hasta el 5%. Esto significa que, del total de títulos ofertados públicamente, sólo 5% corresponde a acciones asociadas a empresas ligadas a los agronegocios.

Este comportamiento se explicaría entre otros factores, por la presencia de un efecto de economías de escala. En efecto, dado que el costo de emitir acciones es alto, sólo las empresas de gran tamaño podrán acceder al mercado accionario de una manera eficiente y rentable. Precisamente, dentro del sector, predominan empresas de menor tamaño. 

Colocaciones bancarias en el agronegocio

La banca nacional es un componente importante dentro del sistema financiero, principalmente por su amplia oferta de servicios financieros al sector productivo, abarcando la mayor cantidad de empresas que componen los agronegocios.




Figura 2. Actividad económica y colocaciones bancarias totales y en el sector "Agronegocios". Fuente: Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras. (2011).

No obstante esto, el sector bancario con el correr del tiempo ha diversificado su oferta de servicios, llegando a proveer al sector real una amplia gama de servicios financieros, tales como asesorías de compra, ventas y fusiones de empresas, asesorías en temas de inversión, y servicios relacionados a la gestión de riesgo de la firma, como forwards, swaps y opciones financieras.

En relación a la participación de la banca en el sector de agronegocios, ésta es relevante, alcanzando los 6 mil millones de pesos en colocaciones bancarias dentro de la industria durante el año 2008. Es importante destacar que la tendencia de los montos colocados por los bancos al sector presenta una tendencia positiva de crecimiento, presentando una recuperación del 7% durante el año 2010, después de la fuerte contracción del sistema durante el año 2009 producto de la crisis subprime.

Un análisis interesante es estudiar las colocaciones bancarias en el sector de agronegocio y sus diferencias a través de cada banco. Es importante señalar que en Chile existen 24 bancos formales, de los cuales 20 interactúan en mayor o menor medida con el sector de agronegocios. Dentro de los bancos que interactúan con el agronegocio destacan 10 de ellos, dentro de los cuales el Banco Santander Chile, el Banco de Chile y el Banco de Créditos e Inversiones, aportan la mayor cantidad de colocaciones, con un 24%, 21% y 13% del total respectivamente. 

*Otros incluye: Banco Consorcio, Banco de la Nación Argentina, Banco do Brasil, Banco Internacional, Banco Penta, Banco Ripley, Dnb Nor Bank Asa, HSBC Bank Chile, Banco Security, Bank of Tokyo-Mitsubishi y The Royal Bank of Scotland. 
Figura 3. Los top 10 de la banca chilena y sus colocaciones en el agronegocio en el período de noviembre 2010. Fuente: Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras. Año 2011.


Los bonos corporativos del agronegocio

Los bonos corporativos son instrumentos de deuda emitidos por las empresas, que otorgan a sus compradores el derecho de recibir el pago de una tasa de interés, o en caso de quiebra, le otorga derechos de propiedad de la empresa. La emisión de bonos funciona a través de un mecanismo similar que un crédito bancario, solo que en este caso los prestamistas son un conjunto de personas e instituciones que deciden dar crédito a una empresa a través de la compra de bonos que ella oferta en el mercado.

Figura 4. Proporción del total de deuda pública (bonos corporativos) asociada a los agronegocios al Noviembre 2010. Superintendencia de Valores y Seguros, 2011.

La proporción de deuda pública emitida por empresas asociadas a los Agronegocios a Noviembre del 2010 alcanzó el 9%, equivalente a un valor nominal ajustado de 1.300.000 millones de pesos. Al igual que el mercado bursátil, existe una barrera de entrada importante a este mercado de deuda, pues los costos fijos de entrada asociados a la emisión son grandes, lo que requiere de una economía de escala importante. 

La bolsa de productos

La bolsa de productos otorga un servicio financiero de gran importancia para el agronegocio, principalmente a través de proveer la liquidez financiera necesaria para sus operaciones. El mecanismo consta de transar en la bolsa facturas y repos.

En relación a los Repos, una herramienta específicamente dirigida al sector de agronegocio presenta un panorama de expansión más conservador. Los repos de maíz de grano y arroz han ganado importancia en el tiempo, mientras que el trigo y el vino no han sufrido aumentos durante los últimos años.
El mercado de las facturas dentro de la bolsa ha sido el producto de mayor crecimiento, transando 50 mil millones en el 2007 y expandiéndose hasta los 350 mil millones en el año 2009. Es importante señalar que esta es sólo una fracción del mercado de facturas, el que está complementado por el factoring de instituciones financieras, donde los agronegocios también participan ampliamente.

Figura 5. Evolución del mercado de facturas y repos de la bolsa de productos en el período 2007 – 2009. Superintendencia de Valores y Seguros, 2011.

El seguro agrícola

Finalmente, resulta útil analizar el seguro agrícola, una de las herramientas financieras especializadas de la industria. Estos seguros son comercializados por un par de compañías de seguro y cuentan con un importante subsidio estatal que permite dinamizar el mercado y bajar los costos de las pólizas.

La evolución de este instrumento ha presentado una importante expansión en su cobertura bordeando en el año 2011 las mil pólizas.

Figura 6. Evolución de la cobertura del seguro agrícola en el período 2006 – 2011. Fuente: Seguro Agrícola 2011.


Cabe señalar que, al contrario del mercado bursátil o el mercado de deuda pública, este instrumento está especialmente diseñado a pequeños productores, que manejan pequeñas superficies productivas, aunque existe una tendencia hacia la incorporación de agricultores de mayor tamaño. 


Precisamente esta explicación ayuda a inferir el porqué las hortalizas dominan este mercado, por un lado lo hacen al requerir mayor protección contra eventos climáticos adversos, pues son más sensibles a éstos, y además, este tipo de explotaciones se encuentran concentradas mayormente entre pequeños propietarios.  

Perspectivas y tareas pendientes

De acuerdo a la realidad presentada, corresponde realizar un análisis crítico sobre las perspectivas y tareas pendientes tanto del sector de agronegocios como del sector financiero. El cuadro siguiente resume las principales críticas y temas a resolver concordantes con una serie de informes especializados como el informe de desarrollo financiero emitido año a año por el World Economic Forum.

Agronegocios
Sector financiero
Alta informalidad. El sector de agronegocios presenta una alta informalidad, en especial las empresas de pequeño tamaño. La inexistencia de contabilidad, la irregularidad en los títulos de dominio y la baja documentación financiera impiden al sector acceder al sistema financiero formal con menores costos de financiamiento. La capacitación permanente y franquicias tributarias especialmente diseñadas pueden ayudar a los empresarios a optimizar sus sistemas de información y regularizar su situación financiera.
Escaso desarrollo del mercado de capital de riesgo. Un mercado de capital de riesgo desarrollado facilita el emprendimiento en negocios innovadores y la investigación y desarrollo de las firmas ya establecidas. En Chile esta industria es todavía insipiente, la que permanentemente debe ser apoyada por programas fiscales como CORFO INNOVA para activar su dinamismo. Es urgente desarrollar las plataformas legales para la expansión de capitales ángeles nacionales e internacionales, y facilitar mecanismos de acceso.
Capital humano más especializado. La industria cuenta con poco capital humano especializado en finanzas, lo que le resta capacidad para negociar y para escoger los mejor instrumentos según la ocasión y realidad de la empresa. Actualmente, las escuelas de agronomía transitan por fuertes reformas curriculares que prometen al sector profesionales más especializados en estos temas.
Escaso desarrollo del mercado de derivados. El mercado de derivados financieros facilitan la gestión del riesgo financiero. Un país como Chile, en el que sus principales firmas dependen de las exportaciones y del desempeño de commodities, necesita un mercado de derivados más extenso y profundo, y de mejor acceso tanto para firmas de mediano y gran tamaño. Mejores condiciones contractuales e incentivos para el desarrollo de bolsas especializadas en derivados son una buena alternativa.
Poco desarrollo de técnicas de gestión de riesgo financiero.  La caída del precio del dólar, o el aumento del precio de las energías se clasifican como riesgos financieros o riesgos de mercado. Efectivamente los agronegocios, además de gestionar sus riesgos operacionales como clima, plagas y enfermedades, deben aprender a gestionar sus riesgos financieros. Provisiones de liquidez, mayor planificación financiera, e incluyo el uso de instrumentos derivados (futuros, forwards, swap y opciones) son buenas herramientas hoy disponibles para la gestión de riesgo.
Alta concentración de la industria financiera. La alta concentración en la banca, bolsa y mercado de deuda facilitan un comportamiento oportunista del sector financiero, aumentan los costos de financiamiento y disminuyen el acceso a éste, especialmente a firmas de menor tamaño con menor poder de negociación. La disminución de barreras legales de entrada puede asegurar un comportamiento más competitivo dentro de la industria. 

Poca liquidez del mercado accionario y difícil acceso. La poca profundidad (liquidez) del mercado bursátil impide la expansión de este, pues encarece el costo de transacción de sus acciones. Esto desincentiva a los accionistas privados e institucionales a demandar más títulos lo que estanca el desarrollo del mercado. Además el difícil acceso y el alto costo de emisión también colabora con el estancamiento del sector bursátil. Políticas que incentiven la demanda de títulos, en especial entre privados, y políticas que incentiven el desarrollo de instituciones demandantes como fondos mutuos y AFP´s son una alternativa para dinamizar el sector.

Bajo desarrollo de herramientas específicamente diseñadas para el agronegocio.  En Chile el desarrollo de mercados financieros locales e innovaciones financieras es mínimo, incluso inexistentes. Hoy países dependientes de la agricultura como India y China desarrollan centros de finanzas rurales que estudian las características específicas del sector, capacitan y diseñan herramientas específicas, rentables en corto y largo plazo.


sábado, 16 de abril de 2011

Tras un cambio de paradigma: ¿Mundo agrícola o Agronegocios?

Lo anterior, se explica por la evolución de algunos fenómenos que redefinen el mundo de los negocios, incluyendo a los negocios asociados al sector agrícola. Dichos fenómenos obligan a las empresas a buscar, desarrollar e integrar nuevas capacidades de gestión, junto con establecer nuevos encadenamientos y asociaciones con otros actores acuñando un enfoque de cluster. Todo esto, apoyado por tecnologías para mejorar su productividad y rentabilidad.

Tales esfuerzos tienen el objetivo de hacer frente a grandes revoluciones dentro de la industria. De esta forma, un enfoque de agronegocios parece ser lo suficientemente amplio para enfrentar los desafíos de transformar a Chile en una potencia alimentaria, pues permite pensar, con una perspectiva amplia e integradora, nuevas soluciones para empresas asociadas a procesos trascendentales como la globalización, la seguridad e inocuidad alimentaria, sustentabilidad ambiental y responsabilidad social, que necesitan una visión amplia e integradora. En definitiva, necesitamos un paradigma que describa a un agronegocio dinámico y eficiente, capaz de atender clientes nacionales e internacionales con productos de alta calidad, preservando el medio ambiente natural y social, y buscando la articulación estratégica con otras empresas relacionadas.

Estratégicamente, entender a la nueva empresa agrícola como un agronegocio permite analizar a la empresa agrícola desde una nueva perspectiva de agregación económica, comprendiendo como la industria resulta ser base de una serie de otras industrias con las que se encadena. Lo anterior resulta de vital importancia para la industria de alimentos y sus pretensiones por convertirse en potencia, pues contribuye a formar una visión más amplia y compleja del negocio agrícola, visualizando sus interrelaciones con otras áreas de la economía, y demostrando el real aporte del sector de Agronegocios a la economía nacional, elemento clave al momento de participar en la elaboración y discusión de políticas públicas.

En términos económicos, el enfoque de "agronegocios" incluye nuevos sectores que dependen fuertemente del sector agrícola, y que muchas veces se encuentra integrado con éste. Por ejemplo, al considerar empresas productoras de alimentos, fibras, maderas y papel podemos pensar en un nuevo sector denominado "agroindustria", el cual contribuyó en el año 2009 con $8.309.618 millones de pesos, cerca de un 13% del PIB total. De la misma forma, al incluir empresas de otros sectores relacionadas al sector agroindustrial podemos dimensionar el tamaño de los "agronegocios" en Chile que, fruto de la cada vez más frecuente la relación con empresas de turismo, transporte, comunicaciones y servicios financieros, podrían fácilmente sobrepasar el 20% como contribución al PIB total.

En conclusión, para enfrentar la tarea de convertir a Chile en una potencia alimentaria, es necesario derribar el antiguo paradigma del "mundo agrícola" y reemplazarlo por u n enfoque de "agronegocios". Esto, permitirá conformar una visión amplia del sector, que integre a nuevos actores relevantes, como por ejemplo agencias de mercadotecnia, empresas especializadas en servicios de logística de exportación, empresas especializadas en procesos de selección de personal, certificadoras de calidad, sector financiero, certificadora de productos orgánicos, bolsa de bonos de carbono, consultoras en gestión, dentro de muchas. De esta forma, esperamos que la empresa agrícola, encadenada con otras empresas especializadas, logre alcanzar satisfactoriamente los desafíos que impone la globalización, seguridad e inocuidad alimentaria, sustentabilidad ambiental y responsabilidad social empresarial.